Consumir una porción diaria de pan es recomendado por los especialistas. Aquí te damos algunas ideas para saber cuál de los dos elegir.

El pan negro está asociado a la persona que hace dieta. Es por esto que suele creerse que tiene menos calorías que el blanco, pero no necesariamente es así. El motivo por el cual la mayoría de los nutricionistas les recomiendan a los pacientes que quieren perder peso consumir pan negro responde a la cantidad de fibra que posee su harina. Lo cierto es que todos los panes integrales (salvado, centeno, multifibras) tienen mayor cantidad de fibras, aunque sólo muy pocas calorías menos que el pan blanco. Se calcula que 100 gramos de pan con cereales integrales contiene unas 240 calorías contra 250 que posee el pan blanco.

Diez calorías más, diez calorías menos no hacen la diferencia: el secreto del pan negro está en la digestión de las fibras que produce un mayor gasto calórico por parte del organismo y las sensaciones que estas provocan en cuanto a la saciedad. Es por eso que cuando uno quiere bajar de peso y reducir la cantidad de alimentos que ingiere, los médicos suelen recomendar el pan negro.

En casi todos los planes alimentarios para reducción de peso, y bajos en contenido calórico, la recomendación diaria es de una ingesta no mayor a dos o tres rebanadas de pan integral a la vez, ya sea en el desayuno, en el té o en alguna de las colaciones.

Ahora bien, si lo que uno busca no es perder peso, el pan blanco puede ser una muy buena opción también. Comer todos los días dos o tres porciones de pan (de 70 gramos) tiene un efecto protector en la salud cardiovascular, sube los niveles en sangre B1, sustancial importante para el desarrollo neurológico.

No hay una única receta para saber qué pan es mejor comer, eso va a depender del organismo de cada uno, de su dieta y, por supuesto, de su gusto.