Estos alimentos son esenciales para estar sanos y equilibrados. Sin embargo, su manipulación inadecuada en el momento de preparar la comida puede causar enfermedades.
Durante el proceso de siembra, cultivo, cosecha y embalaje; las frutas y verduras están expuestas a diversos agentes que pueden ser contaminantes y afectar nuestra salud. Su contacto con la tierra, fertilizantes y pesticidas son inevitables, pero lo que sí podemos eludir es que las bacterias lleguen a la mesa.
Si no lo hacías, ¡nunca es tarde!
1- Lavá tus manos con agua y jabón o con detergente.
2- Lavá y frotá con abundante agua cualquier fruta o verdura antes de cortarla para evitar que las partículas de la cáscara tengan contacto con el interior.
3- Enjuagá los utensillos antes de usarlos por más que estén visiblemente limpios y guardados, como por ejemplo el pelapapas o los cuchillos.
4- Podés usar esponjas y cepillos para facilitar la limpieza de residuos. Tené cuidado de que no remuevan la cáscara y se infecten.
5- Podés llenar un recipiente con agua, una vez enjuagados, y dejarlos en remojo con bicarbonato, vinagre o limón durante al menos diez minutos.
Tips
-Agregá una cucharada de bicarbonato por cada litro de agua.
– El vinagre es un potente desinfectante, la proporción es un vaso cada litro de agua. Es ideal para las verduras de hoja, como la rúcula o espinaca.
Esta rutina de desinfección puede parecer ardua en un principio, pero es un hábito esencial que debemos adquirir. Así, nos aseguramos de que estos nobles alimentos solo cumplan su rol primordial: nutrirnos para estar sanos.