Desde pequeños nos inculcaron que para crecer fuerte hay que comerla ¿Es esto cierto? A continuación te despejamos algunas dudas y damos ideas para que incorpores este vegetal a tu alimentación diaria.

Cruda o cocida, caliente o fría: hay muchísimas manera de consumir la espinaca. Sea cual sea la que elijas y te guste, es importante que lo hagas ya que su insumo puede prevenir la aparición de:

– Anemia: Por sus grandes cantidades de hierro.

-Constipación: Comer espinaca ayuda a  la regularidad intestinal ya que contiene enormes cantidades de fibra y agua, lo cual ayuda a prevenir el estreñimiento, y por lo tanto, promover un sistema digestivo muy saludable.

-Cistitis: Por ser un diurético natural.

Estos son sólo algunos de los beneficios de su consumo, además, existen muchas otras razones para que te pongas el delantal e incorpores esta verdura a tus preparaciones. A continuación te damos algunas ideas:

1)      Buñuelitos de espinaca (un clásico) : Batí 3 huevos con 3 cucharadas de harina, salpimentá y agregá orégano a gusto. Luego, agregá leche de a poco, en cantidad necesaria, hasta formar una masa líquida y espesa. Cortá 1 atado de espinaca en juliana, un ajo picado y agregalos a la preparación anterior. Luego, agregale queso rallado y muzzarella en cubitos a gusto e integrá toda la preparación. Finalmente, tomá cucharadas y llevá a aceite caliente.

2)      Ensalada de espinaca, tomate cherry, nuez y queso azul. Mezclá todos los ingredientes en una ensaladera y condimentá a gusto.

3)      Batido de kiwi y espinaca: En primer lugar, lavá bien y pelá un kiwi, cortalo en trozos y ponelo en el vaso de la batidora. Lavá bien las espinacas (un atado), córtalas en trocitos y añadilas al vaso. Finalmente, incorporá un vaso de leche vegetal y licuá todo.