Te contamos por qué es bueno que la agregues a tu dieta  y te damos una receta para que mañana mismo la incorpores en tu desayuno.

 ¿Sabías que la avena posee hasta un 25% de proteína, superando a cualquier cereal? Ningún otro contiene una cantidad tan concentrada. Para que te des una idea, la avena tiene una concentración de proteínas tan alta como la carne, la leche y los huevos. Es por eso y por algunas razones más que es muy recomendable consumirla: Reduce el colesterol

Consumir el grano todos los días es una buena forma de bajar los niveles de triglicéridos y colesterol malo de la sangre. Gracias al ácido linoleico y fibra que posee, la avena impide que el colesterol pase al intestino. Al mismo tiempo, también la fibra va barriendo los depósitos de grasa que se acumulan en las paredes de las arterias.

Regenera los tejidos

Consumirla favorece la producción y el desarrollo de tejidos nuevos en el cuerpo gracias a que es rica en proteínas.

Mantiene la saciedad

La avena posee carbohidratos de absorción lenta, lo que permite un efecto de saciedad más prolongado y un mayor control de los niveles de azúcar en la sangre.

Ayuda a bajar de peso

Tomar avena en el desayuno todos los días contribuye a que las personas mantengan controlado su peso y a que lo bajen de forma paulatina. Se pueden consumir los copos de avena con un vaso de leche o mezclados con yogur. La cantidad recomendada es de dos cucharadas diarias para que no nos excedamos en el aporte calórico.

Para que no pierdas el tiempo y hoy aproveches todos estos beneficios de la avena, te acercamos una receta de avena nocturna: una preparación que uno deja lista en la noche para disfrutar fría en el desayuno del día siguiente.

Para eso vas a necesitar:

Avena 2/3 tz.

Leche almendras 2/3 tz.

Miel 1 cda.

Fruta cortada a gusto

Canela en polvo c/n

Y luego, es muy simple: ponés todo en un  frasco en ese orden y lo llevás a la heladera hasta la mañana siguiente para comenzar tu día con toda la energía.