Durante el embarazo, la calidad de los alimentos será lo más importante para que el bebé reciba todos los nutrientes que necesita.
Por eso, debemos ir paso a paso y enfocarnos en estar saludables e incorporar los hábitos para ello, de forma de transitar el embarazo y el posparto de la mejor manera posible y con la energía necesaria que requieren estas etapas.
Algunas recomendaciones para lograr una alimentación equilibrada y de buena calidad son:
- Realizar al menos 4 comidas diarias. Si existen náuseas lo ideal es que sean más, de poco volumen y no dejar pasar muchas horas sin comer.
- Asegurarse de incluir verduras de diferentes colores en el almuerzo y la cena. Si son crudas, tener la precaución de lavarlas bien con dos gotas de lavandina por cada litro de agua.
- Comer al menos 3 frutas por día. Para lograr hacer esas pequeñas ingestas más seguido.
- Tomar todos los días 2 vasos de leche o potes de yogurt, más un trozo de queso fresco, para cubrir el requerimiento de calcio.
- Consumir diariamente cereales integrales y granos enteros (arroz integral, legumbres, masas o panes con harina integral y semillas) ya que aportan carbohidratos con fibra que nos brindan energía de manera gradual.
- Incorporar todos los días una porción de carne, pollo, pescado, cerdo o huevo (bien cocidos) para cubrir las necesidades de proteínas de alto valor biológico. Las carnes rojas, algunos pescados y vísceras como el hígado y riñón son una fuente importante de hierro de alta absorción, muy necesario en esta etapa.
- Condimentar con aceite de oliva e incorporar frutos secos y semillas diariamente para aportar grasas de buena calidad (omega 3, 6 y 9).
- Consumir entre dos y tres litros de agua por día.
- Reducir el consumo de sal y azúcares.
Es aconsejable mantener estas conductas saludables y dejar los permitidos menos saludables para los eventos sociales, salidas o fines de semanas.
Siempre, ante cualquier duda, consultá con tu obstetra o médico de cabecera.
Laura Romano
Lic. En Nutrición
MN 5992