Desde la antigüedad, esta planta medicinal es famosa por sus propiedades para la salud. Te enseñamos a aprovechar su poder antiinflamatorio.

Dulce, refrescante y picante, el jengibre es una raíz que ha sido usada a lo largo de la historia por muchas culturas gracias a sus propiedades curativas. Muchas de ellas son especialmente buenas para las mujeres, como por ejemplo, aumentar la libido durante la menopausia o prevenir las náuseas en el embarazo. Hoy en día, se usa mucho en la cocina como condimento, de forma principal en la hindú, la vegana y en recetas ayurvédicas.

Entre sus múltiples beneficios, el jengibre se destaca por ser un gran antiinflamatorio y analgésico natural. Por esto, es que su consumo es de gran ayuda para combatir una enfermedad muy padecida, la artritis. Esta afecta las articulaciones, causando inflamación, dolor y rigidez.

Debido a su capacidad para aumentar la circulación sanguínea, consumir jengibrepermite desviar las sustancias inflamatorias de las articulaciones. Los compuestos que contiene, llamados gingeroles, reducen de forma eficaz la producción de químicos que contribuyen a esta hinchazón.

Tips contra el dolor

  1. Masajeá la articulación dolorosa con aceite de jengibre. ¿Cómo? Mezclá un poco de jengibre bien jugoso con cualquier esencia aceitosa que tengas en tu casa y aplícalo donde duela.
  2. También podés usar una raíz de jengibre fresco y colocarlo en una compresa caliente antes de ponerlo directamente en las articulaciones.

A la mesa

¿Cómo podemos consumir más jengibre? Básicamente, añadiéndoselo a las comidas diarias. Bien picado, crudo o apenas salteado, mezclándolo con el resto de los ingredientes. Este condimento, además de bueno para la salud, es también una gran adición a platos como guisos y sopas, para aportarle olor y sabor.

Otra idea es mezclarlo con agua, en té o en limonada. Añadí una cucharadita de esta raíz rayada al agua caliente, en invierno, y para el verano, meté en la licuadora hielo, agua, jugo de limón, unas hojas de menta y unas rodajas finas de jengibre, ¡imperdible!