Con el año ya “oficialmente” en marcha, surgen las ganas de retomar el ejercicio. Pero, ¿de qué manera empezar, si hace años que no nos movemos?

El Dr. Jorge Franchella, médico deportólogo y cardiólogo, sugiere comenzar por hacerse un examen físico con un médico. También será fundamental conocer para qué nivel de ejercicio estamos preparados. “Un profesor o instructor, con tres o cuatro tests, puede evaluar tu fuerza, flexibilidad y resistencia al esfuerzo”, explica el experto, que por este motivo desaconseja arrancar con un entrenamiento grupal, donde hay personas en distintos niveles.


Ejercicios para empezar

Franchella recomienda caminar y andar en bicicleta a un ritmo “de paseo”. Estas actividades que parecen tan sencillas pueden causar un gran impacto en la salud. Con 30 minutos de caminata diaria se reduce un 34% el riesgo de enfermar del corazón.

El parámetro para saber si nos estamos exigiendo de más será poder hablar con la persona que nos acompaña. Es decir, respirar normalmente y no por la boca o de forma agitada.

Darle tiempo al cuerpo

“Hay personas que quieren volver de las vacaciones y correr una carrera en 15 días. Es como poner una torta en el horno y querer que esté lista en 8 segundos”, advierte el médico.

El cuerpo demora en adaptarse al ejercicio y, si nuestro objetivo es entrenar para alcanzar una meta como puede ser una maratón, va a ser necesaria la supervisión de un profesional para aumentar de a poco el nivel de exigencia.

Alimentación e hidratación, nuestras aliadas

Es clave comer de manera saludable para rendir mejor en la actividad física. El Dr. Franchella aconseja:

– Hacer cuatro comidas diarias y dos colaciones.

– Frutas y verduras de todos los colores, ya que las vitaminas y los minerales aceleran procesos de las células del organismo, para llegar al máximo de nuestra capacidad.

Comer 2 a 3 horas antes del ejercicio, si será intenso, para darle tiempo al cuerpo para hacer la digestión.

Evitar el azúcar antes de la actividad. “Sucede que el cuerpo determina que subió el azúcar en la sangre, libera insulina y nos baja el azúcar mientras estamos haciendo ejercicio”, indica el especialista.

Beber al menos 2 litros de agua por día. Cuando nos falta líquido, aparece el cansancio. Y, si estamos haciendo una actividad al aire libre y está caluroso, deberíamos ingerir al menos ¼ litro cada 15 minutos.

Recordá siempre consultar a tu médico de cabecera antes de empezar a hacer ejercicio.