El consumo adecuado de agua es fundamental para que todos los sistemas del cuerpo funcionen correctamente. En invierno las necesidades no cambian pero la ingesta sí. Se consume mucha menos agua debido a las bajas temperaturas pero nuestro cuerpo sigue necesitándola.
La recomendación diaria de agua total es entre 2 y 2,5 litros. La mejor fuente es el agua potable y pura. Su ingesta diaria no debería ser menor a las dos terceras partes de la recomendación, es decir, unos 1500 ml.
El resto se puede complementar con los alimentos -las frutas, las verduras, la leche y el yogurt tienen entre 80% y 90% de agua- y otras bebidas como infusiones o bebidas sin azúcar.
Las bebidas azucaradas y alcohólicas deberían ser de consumo ocasional. Las primeras porque predisponen al sobrepeso, la obesidad y la diabetes y las segundas porque en lugar de hidratar, deshidratan. En caso de beber alcohol, debe acompañarse de agua.
¿Cuándo aumentan las necesidades de líquido?
- En el ejercicio.
- Cuando aumenta de la temperatura ambiental.
- En episodios de fiebre, vómitos y diarrea.
- En el embarazo y la lactancia.
- En los bebés.
- En los adultos mayores.
- En las enfermedades que impliquen aumento de la temperatura corporal.
Señales de deshidratación
- Sed.
- Tener la boca seca.
- Orinar muy oscuro.
- Tener dolor de cabeza y mareos.
- Tener la piel seca y quebradiza.
¡Nunca hay que esperar a sentir sed para tomar agua! Porque es un mecanismo de aviso de emergencia, cuando se expresa ya existe deshidratación.
Tips para el invierno
- Incorporar infusiones sin azúcar, como té, café o mate. Más allá de sus componentes diuréticos, en combinación con el agua pura, ayudan a hidratarse cuando hace frío.
- Consumir sopas, guisos o cazuelas que ayudan a incorporar más líquido en las comidas. Hay que evitar el exceso de sal porque ésta contribuye a la deshidratación.
- Tomar siempre agua antes, durante y sobre todo después del ejercicio aunque no se sienta la sudoración.
- Incorporar frutas y verduras todos los días.
Te sugerimos este esquema para ayudarte a incorporar este hábito como rutina, que es la forma más efectiva:
- 2 vasos durante la mañana.
- 2 vasos en el almuerzo.
- 2 vasos durante la tarde.
- 2 vasos en la cena.
Y por cualquier inquietud no dudes consultar a tu médico.
Laura Romano
Lic. En Nutrición, MN 5992