Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la ingesta de grasas no debería superar el 30% de la ingesta calórica total para evitar un aumento de peso y el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, etc).

Te sugerimos reducir el consumo de grasas saturadas trans e incrementar el consumo de grasas insaturadas. Para eso te recomendamos:

  • Elegir preferentemente carnes magras y en lo posible retirar la grasa visible de la misma y la piel de pollo antes de cocinar.
  • Cocinar los alimentos al vapor, horno, parrilla, plancha o hervirlos en lugar de freírlos.
  • Elegir aceites puros de girasol, maíz, soja, oliva, etc.
  • Reducir el consumo de alimentos con un contenido alto en grasas saturadas por ejemplo lácteos enteros, carnes grasas, productos de pastelería, etc.
  • Incorporar alimentos con grasas saludables como las aceitunas, paltas, frutas secas, semillas y pescados magros.