Las tres patologías relacionadas con el gluten (SGNC, enfermedad celíaca y alergia al trigo) tienen una sintomatología similar y por eso pueden confundirse fácilmente. No obstante, existen diferencias en cuanto al diagnóstico, tratamiento, síntomas y tiempos de reacción de cada una de ellas.
Para aclarar estas diferencias, la Asociación Celíaca Argentina explica de qué se trata cada caso:
- Enfermedad Celíaca
Es una enfermedad crónica autoinmune caracterizada por la mala absorción de nutrientes (proteínas, grasas, hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas) como consecuencia del daño inflamatorio de la mucosa del intestino delgado, producido por la ingesta del gluten de los alimentos. Esto sucede en individuos genéticamente predispuestos.
El único tratamiento es llevar a cabo de forma estricta y permanente, una dieta libre de gluten, sin trigo, avena, cebada y centeno (TACC). Esto también implica tener especial cuidado con la contaminación cruzada con alimentos y/o utensilios que estuvieron en contacto con gluten, ya que pequeñas trazas pueden dañar el organismo de la persona con celiaquía.
¿Cómo se diagnostica?
En las enfermedades autoinmunes, el cuerpo genera anticuerpos atacando sus propios órganos. Los celíacos sin diagnóstico y/o que no realizan el tratamiento con la dieta libre de gluten tienen mayor riesgo de presentar otras enfermedades autoinmunes asociadas.
La celiaquía se diagnostica a través de marcadores serológicos específicos detectados en análisis de sangre y una biopsia de la mucosa duodenal donde se observa si hay desaparición o reducción de las vellosidades intestinales.
- Alergia al trigo
Erróneamente también se la conoce como alergia al gluten. Es una enfermedad inmune que se caracteriza por una respuesta inadecuada del organismo ante la exposición a las proteínas del trigo.
El sistema inmune de nuestro cuerpo se defiende con anticuerpos, llamados Inmunoglobulinas (Ig) de diversos tipos: A, G, E, M, D. En el caso de la alergia a las proteínas del trigo, el tipo de Inmunoglobulina que actúa es la de tipo E (IgE). Esta Inmunoglobulina de tipo E reconoce como extrañas y peligrosas a las proteínas del trigo y desencadena una reacción rápida en el organismo.
Los síntomas más característicos de la alergia al trigo son similares a otros tipos de alergia: enrojecimiento de la piel (debido a una vasodilatación muy importante), hinchazón, aumento de volumen y enrojecimiento de los labios y la lengua, picazón intensa en todo el cuerpo, dificultades para respirar (debido a la constricción de los bronquios respiratorios que limita el paso de aire), entre otros.
¿Cómo se diagnostica?
Tras descartar enfermedad celíaca, si se sospecha la existencia de alergia al trigo, es conveniente realizar un seguimiento diario de los síntomas, determinación de la IgE específica contra el trigo y una prueba de punción cutánea.
El tratamiento consiste en eliminar completamente las proteínas del trigo; la persona con alergias no tolera las trazas que pueden estar contenidas en los alimentos y otros productos de higiene y cuidado corporal o útiles escolares.
- Sensibilidad al gluten no celíaca
La sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) es una alteración con síntomas intestinales y extraintestinales similares a la celiaquía que aparecen luego de la ingesta de alimentos con gluten en aquellos pacientes en los que se ha podido descartar la enfermedad celíaca y la alergia al trigo.
Hasta el momento, la única forma de llegar a un diagnóstico correcto es habiendo descartado previamente la enfermedad celíaca y la alergia al trigo. No cuenta con pruebas específicas. Cuando los síntomas mejoran tras dejar de alimentarse con alimentos que contienen gluten, pero empeoran si se vuelve a estar expuesto al gluten, se considera confirmado el diagnóstico.
La SGNC se muestra con síntomas muy diversos que aparecen al cabo de horas o días tras la ingesta de gluten.
Al igual que la celiaquía, algunos síntomas pueden ser: dolor y distensión abdominal, dispepsia (sensación de incomodidad asociada al tracto gastrointestinal que puede o no estar relacionada con la ingesta), diarrea o constipación, vómitos, cefaleas, cansancio, depresión, etc.
Por otra parte, hay síntomas extradigestivos comunes entre la sensibilidad al gluten no celíaca y la celiaquía que, muchas veces, dificultan el diagnóstico o llevan a establecer uno erróneo, por ello es importante las consultas con médicos especialistas para llegar a un diagnóstico preciso.
Es fundamental consultar a médicos especialistas en la temática para poder despejar dudas, establecer el diagnóstico y tratamiento correcto en cada caso.
Más información en:
Asociación Celíaca Argentina
www.celiaco.org.ar