El gran problema detrás de la mala alimentación suele ser la falta de tiempo y desorganización: salimos de casa apurados, sin pensar en el almuerzo o no tenemos nada preparado para llevarnos. Por lo tanto, compramos algo rápido, continuamos trabajando para no salir tarde de la oficina, salteamos la merienda y llegamos a casa con mucha hambre. El día termina picoteando lo que tenemos a mano o comiendo de más, si nos resta energía para cocinar.
Aunque estemos en casa o trabajemos afuera todo el día, la clave para llevar a cabo una alimentación saludable está en la planificación. Por eso, si queremos alimentarnos en forma saludable y equilibrada, hay que empezar por organizarse.
Compartimos algunos consejos para comenzar a ordenar tu alimentación:
- Planificar un menú semanal: evita que nos falte algún ingrediente a la hora de cocinar o que compremos de más y desperdiciemos alimentos.
Una buena estrategia para cubrir las necesidades desde lo nutricional es:
- 1 día pollo.
- 1 día carne roja o cerdo.
- 1 día pescado.
- 1 día legumbres o harinas con vegetales.
- 1 día pastas o arroz con vegetales.
- Realizar lista de compras: lo ideal es desglosar el menú y anotar los ingredientes de las recetas. Luego pensar en el desayuno, la merienda y lo que nos guste tener para un snack. De esta manera es imposible decir “no comí fruta porque no tenía”.
- Pensar a la mañana lo que voy a hacer a la noche: planificar el día nos permite anticiparnos y nunca estar desprevenidos. Podemos salir de casa con una fruta o frutos secos para la mañana o la tarde, preparar la vianda para el mediodía o incluso pensar en la cena por si tenemos que bajar algo del freezer. Si le dedicamos 10 minutos por día a pensar en el resto de las comidas seguramente vamos a comer en forma más nutritiva y equilibrada que si no lo hacemos.
- Cocinar de más y freezar: siempre es recomendable optimizar el tiempo que dedicamos a la cocina. Por ejemplo, podemos hacer una bandeja con muchas verduras al horno, porcionar y freezar; o cocinar legumbres, arroz o una carne al horno, y congelar porciones en bolsitas para freezer. De esta manera, tendremos una comida lista en sólo unos minutos.
Siempre recordá que las necesidades nutricionales de cada cuerpo son diferentes en función a su actividad, edad y requerimientos de salud, por tanto no dejes de consultar al médico especialista antes de comenzar un plan de alimentación.
Laura Romano
Lic. En Nutrición
MN 5992