Hoy en día existen algunas creencias falsas sobre la enfermedad celíaca. Algunas aseguran que existen distintos tipos o diferentes grados de celiaquía, pero, ¿es realmente cierto? La celiaquía se puede clasificar en tipos en función a la sintomatología, pero es necesario aclarar que no existen distintos grados. Nadie es más celíaco que otro, o ningún celíaco tolera una cantidad menor o mayor de gluten.
Es muy importante que tengamos claro que no hay grados de celiaquía, una persona es celíaca o no es celíaca. Lo que sí existen son grados de lesión intestinal, que se determinan al momento de realizar la biopsia de intestino para comprobar el estado de las vellosidades.
La celiaquía se define como un trastorno autoinmune, de origen genético, causada por la ingesta de gluten, que hace que, cuando las personas celíacas ingieren esta proteína, las vellosidades del intestino delgado se dañen, pudiendo llegar a atrofiarse y en algunos casos, desaparecer completamente.
La mayor parte de la absorción de los nutrientes de alimentos se produce en el intestino delgado, por lo que es fundamental que las vellosidades sean numerosas y estén en buenas condiciones.
Por ello, es de vital importancia que el tratamiento de la celiaquía (una dieta Libre de Gluten Sin TACC) sea estricto y de por vida, ya que si la persona con celiaquía consume gluten se vuelven a dañar las vellosidades intestinales.
El estado en el que se encuentran las vellosidades (información que aparece en el resultado de la biopsia de intestino, al momento de realizar el diagnóstico) marcará el grado de lesión de las vellosidades. Estos grados de lesión fueron definidos por el patólogo Michael N. Marsh, definición que es revisada continuamente por los especialistas para tener mediciones más precisas.
La clasificación de Marsh indica tres grados de lesión:
grado 1 – infiltrativa.
grado 2 – infiltrativa-hiperplástica.
grado 3 – destructiva plana, escala que va de menor a mayor gravedad.
Conocer el daño de las vellosidades al momento de recibir el diagnóstico, suele ser de utilidad para saber, en una primera instancia, si el intestino se encuentra muy dañado, y entonces, evitar alimentos que pueden inflamar aún más el intestino delgado, como por ejemplo lácteos, fibras, entre otros.
Cabe destacar, que luego de comenzada la dieta Libre de Gluten, las vellosidades del intesto se recuperan y regeneran por completo, permitiendo como resultado una correcta absorción de los nutrientes de los alimentos, al igual que el resto de las personas que no presentan el diagnóstico de la celiaquía. Esto hace que una persona con celiaquía, manteniendo la dieta pueda llevar una vida saludable y realizar cualquier actividad.
Ante cualquier duda, no dejes de consultar con tu médico especialista.
Más información: Asociación Celíaca Argentina