Tiempo de preparación: 90′

Tiempo de cocción : 15′

Porciones: 3

Nivel de Dificultad: media


INGREDIENTES:

Para la masa:

Harina 000, 400 gr

Levadura fresca, 10 gr

Azúcar, 5 gr

Sal, 10 gr

Agua tibia, c/n

Aceite de oliva, 50 cc

Para el relleno:

Tomates cherry, 150 gr

Rúcula fresca, 1 atado

Mozzarella rallada, 300 gr

Salsa de tomate, 200 cc

Dientes de ajo, 2

Romero, c/n

Alcauciles en conserva, 1 frasco

Zucchini en láminas, 1

Queso azul, 100 gr


INSTRUCCIONES:

Para la masa: disponer la harina en un bowl, formar un hueco en el centro y agregar en los bordes la sal. En el centro, desmenuzar la levadura, agregarle aceite de oliva, azúcar y un chorrito de agua tibia, dejar reposar hasta que comience a burbujear.

Incorporar más agua y comenzar a amasar del centro hacia los bordes, formando un bollo. Debe quedar tierno pero no pegajoso. Cubrir con un paño limpio y dejar reposar hasta que duplique su volumen.

Retirar el bollo del bowl y presionarlo con los dedos, retirando el gas. Cortarlo en 3, y estirar con la ayuda de harina adicional para que no se peque, en forma redonda. Llevar a una placa y preparar la salsa.

Para la salsa: mezclar en una olla la salsa de tomate, dientes de ajo y romero. Cocinar a fuego bajo unos 15 minutos, dejar enfriar.

Cubrir la pizza con salsa de tomate sin llegar a los bordes. Arriba, acomodar la mozzarella rallada y los tomates cherry, láminas de zucchini y alcauciles. Condimentar con sal, pimienta, aceite de oliva y llevar al horno fuerte hasta que esté dorada.

Retirar y acomodar hojas de rúcula, queso azul desgranado y un chorrito de aceite de oliva.

Hay días que simplemente piden pizza. Las manos que inundan la mesada de harina, los dedos que deshacen la levadura, el palo de amasar que hace trabajar a los hombros y bíceps, y el aroma final que brota del horno e inunda la cocina y convoca a todos los presentes a la mesa. Una vez culminado el ritual del amasado, los ingredientes que acompañan a la masa crocante pueden ser diversos, y muchas veces se desprenden de aquello que guardamos para ocasiones especiales, como unos alcauciles en conserva, o eso que quedó en la heladera, como un buen trozo de queso azul, acompañado de la mozzarella que nunca falta y que derretida alcanza su esplendor.

TIP DEL CHEF:
Pintar la placa donde se cocine la pizza con aceite de oliva y, para que la base quede crocante, cocinar en el piso del horno.