Por: Lic Beraza Maria Clara*
Esta famosa frase que tanto hemos dicho o escuchado no funciona. En cambio, existen algunos hábitos que ya podés empezar a adquirir para tener una vida saludable.
Lograr mantener buenos hábitos saludables resulta un desafío para muchos de nosotros. Para esto, se necesita dedicación y esfuerzo.
Es bien sabido que para mantener un cuerpo armónico y saludable, la alimentación y el ejercicio físico deben ser los pilares fundamentales para conseguirlo.
Para empezar, esto no debe realizarse drásticamente, ya que este tipo de cambios tienen que convertirse en un hábito y nunca en una imposición. Una buena manera de comenzar es buscar el asesoramiento de un profesional de nutrición para que nos ayude a identificar las prácticas que pueden estar siendo nocivas para nuestra salud y que nos pueda guiar en este camino hacia un estilo de vida saludable. A continuación te acercamos algunos consejos para tener en cuenta:
Plantear objetivos. Una buena pregunta para hacernos antes de comenzar un plan de alimentación es: ¿para qué quiero hacerlo? En la práctica se ve que el planteamiento de metas, tanto a corto, mediano y largo plazo, resulta sumamente motivador y permite al profesional diseñar estrategias adaptadas con el fin de alcanzarlas. Estos objetivos tienen que ir de menor a mayor en cuanto a grado de dificultad, ser totalmente realistas y alcanzables, para evitar caer en frustraciones si no podemos lograrlos.
Rodearte de gente que tenga objetivos similares a los tuyos. Esto se adapta perfectamente cuando queremos comenzar a hacer ejercicio. El hecho de permanecer en un grupo le da a cada miembro un sentido de pertenencia, ofrece apoyo, ánimo y la posibilidad de generar vínculos de amistad, además de entrenar, mejorar la condición física y el bienestar general.
Comer consciente. La mayoría de nosotros vive corriendo: comemos rápido, sin darnos cuenta siquiera qué gusto tiene lo que ingerimos. Es necesario dedicarle tiempo a ese momento. Comer de una manera consciente requiere desconectarse de cosas que nos distraen y conectarse con el plato que tenemos delante, para que el acto alimenticio resulte placentero.
¡Les proponemos comenzar con estos objetivos y buscar los propios!
Además, les recomendamos…
- Beber 2 litros de agua por día. Nuestro cuerpo está conformado por un 70% de agua, por lo cual su consumo es indispensable para llevar a cabo todas las funciones vitales. Para lograrlo, tené siempre a mano una botella o un vaso de agua, y aunque no tengas sed, acordate de tomar. Ojo: la sed es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo, que indica que YA estamos deshidratados.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras. Fuente por excelencia de vitaminas, minerales y fibra. Proponete consumir de 2 a 3 frutas al día, si una es un cítrico ¡mejor aún! Otro objetivo: probar un vegetal nuevo cada semana, así logras evitar caer en la monotonía de consumir siempre lo mismo.
- Disminuir el consumo de sal. Una manera de lograrlo es dejar de usar sal en la cocción, y solo agregar la cantidad necesaria en el plato servido, y también usar otros condimentos, como pimienta, orégano, albahaca fresca, tomillo, romero, azafrán, jengibre, por nombrar solo algunos.
- Dormir 7 horas al día. Es durante las horas de sueño cuando nuestro cuerpo se recupera de las actividades del día. Por tal motivo, tómate el descanso como una prioridad para mantenerte saludable y con energías.
- Realizar actividad física. Animate a probar esa clase nueva en el gimnasio, caminá al trabajo, usá la bici, anotate en un grupo de entrenamiento: running, rollers, tenis. ¡Opciones hay miles! La clave es elegir lo que te gusta y te dé satisfacción.
Con estos consejos podremos mejorar considerablemente nuestra calidad de vida y, lo que es mejor, adquirir conductas que mantendremos a lo largo del tiempo, sin apenas darnos cuenta, pero obteniendo muy buenos resultados a cambio. Nunca es tarde para empezar, ya es un hecho bien demostrado, que debido a su plasticidad, el cerebro puede aprender hasta el último día de su vida.
* Miembro de Nutrir, un equipo de nutricionistas enfocado en la salud integral de las personas que incluye desde planes nutricionales individuales hasta asesoramiento grupal para empresas, clubes, colegios y demás instituciones.