Es el componente que tienen los ajíes y pimientos. Posee propiedades antioxidantes, anticancerígenas, y analgésicas.
Lo sabemos: la comida picante no es para todos. En partes iguales, cuenta con defensores, que la aman, y detractores, que sostienen que no pueden con ella. ¿Pero qué hay de cierto, más allá de gustos? Para empezar, lo que debemos saber, es que no todos aguantamos el picante de la misma manera. Esto dependerá del organismo de cada uno y, sobre todo, de la costumbre. Pero consumiéndolos de manera equilibrada, los alimentos picantes tienen más cosas a su favor que en contra.
Durante muchos siglos, se usaron estas sustancias para conservar mejor los alimentos y evitar que se infecten, ya que su alto contenido de vitaminas supone una barrera para las bacterias, así como para disimular el sabor de los que no estaban en buen estado. Pero los condimentos picantes son más que meros conservadores de alimentos. Proporcionan numerosos beneficios para la salud, fundamentalmente por un componente llamado capsaicina, que además de hacernos arder la boca, nos hace bien al cuerpo.
5 beneficios (al rojo vivo)
- Quema calorías: la capsaicina hace que el corazón se acelere y nuestro metabolismo también, por la subida de la temperatura del cuerpo. Además, provoca una sensación de saciedad.
- Mejora la circulación: esta sustancia combate la inflamación de las arterias y mejora la circulación, por lo que es beneficiosa para reducir las enfermedades cardiovasculares. Cuando se come alimentos picantes, la temperatura del cuerpo se eleva, por lo que aumenta el flujo sanguíneo y llega mejor la sangre al corazón. Además, son ricos en vitaminas A y C, que ayudan a reforzar las paredes de los vasos sanguíneos.
- Es anticancerígena: la capsaicina pertenece a una familia de moléculas llamadas vaniloides, que producen la muerte de las células cancerígenas. Esto lo hacen pegándose, literalmente, a las proteínas de unos orgánulos muy necesarios de las células (las mitocondrias) y produciendo la muerte de las células. Pero lo más impresionante es que no solamente matan las células cancerosas, sino que no dañan las células que rodean al tumor, que están sanas o son normales. De hecho, en países con dietas rica en esta sustancia, los índices de algunos cánceres son muy bajos.
- Combate la gripe: este componente promueve la sudoración, equilibrando la temperatura del cuerpo en caso de un resfriado. Asimismo, abre los conductos nasales mejorando la congestión, la sinusitis, bronquitis e incluso el asma.
- Mejora el estado de ánimo: ¡Sí! La comida picante genera endorfinas y serotoninas ofreciendo una sensación de bienestar general.