Para esos días que te retrasaste con la cocina o tus invitados llegaron antes de lo previsto, te acercamos algunas opciones bien sencillas para que saques de la galera. 

Armar una picada lleva tiempo y dinero. Por si no contás con ningún de ellos, te acercamos algunas opciones para recibir a tus invitados y engañar el hambre mientras se termina de cocinar el plato principal:

Quesos saborizados. No importa que sólo tengas queso porsalut (¡o el tipo que sea!) en la heladera. Con eso podés armar una picada muy rica. Cortalo en pequeños cuadrados y colocalos en tres bowls diferentes. Agregales a los tres aceite de oliva y, luego, a cada uno agregale una especia diferente. Uno lo podés espolvorear con pimentón; a otro, con orégano y al tercero, con provenzal.  Llevá los quesos saborizados a la mesa junto con una buena panera y ¡picada solucionada!

Hummus: Cuando vayas al supermercado, acordate siempre de comprar una lata de garbanzos. De esta manera, frente a cualquier imprevisto, abrís la lata y colocas todo el contenido (incluyendo el jugo) en una licuadora de pie o mano. Le agregás aceite de oliva, un diente de ajo, perejil fresco, jugo de un limón, sal y pimienta.  Serví este hummus junto con unos panes árabes.

Bruschettas: Aunque solo tengas pan viejo, con eso es suficiente para poder hacer una entrada. Cortalo en rodajas y doralo en una sartén con aceite de oliva y especies a gusto. Luego, frotá los panes con un diente de ajo. Por último, colocales a las tostadas un poco de queso crema y espolvoreales con la especie que más te guste (¡o podés hacer de varios sabores!).