Dicen que es la comida más importante, pero muchas veces la salteamos por falta de tiempo. Te contamos por qué esto no es bueno y te damos tres ideas para comer al paso, y que arranques el día con toda la energía.

Después de 6 a 10 horas de reposo nocturno, es indispensable reponer los niveles de energía necesaria para la salud del cerebro y de los músculos, a través de la glucosa (azúcar). Por eso, aunque a la mañana estés con el tiempo justo, es fundamental que desayunes.

Estudios científicos probaron que los niños que desayunan tienen mayor concentración y memoria en el colegio durante la mañana que quienes no lo hacen. Por eso es fundamental incorporar este hábito en tu casa.

Cuando no tenemos tiempo para sentarnos en la mesa, la pregunta es, ¿qué comer? Para evitar consumir productos y snacks preelaborados, acá algunas ideas para que los prepares en casa:

  • Tostado con huevos batidos. Uno asocia los huevos revueltos con el desayuno tranquilo del domingo, pero hay una manera de tenerlo listo la noche anterior y aprovechar de todas las propiedades que este alimento nos brinda. Para eso, rompé un huevo en un bol, batilo un poco y colocalo treinta segundos en el microondas. Al sacarlo, vas a ver que te queda con la forma del bol (si le falta un poco, ponele unos segundos más). Cuando esté, arma un sándwich de huevo, jamón y queso para comer en el camino al trabajo.
  • Ahora que empieza el calor, nada más rico y nutritivo que desayunar yogur con miel y avena. Que tu apuro no te impida comerlo: el fin de semana podés preparar el yogur y ya tenerlo guardado en frascos individuales. Antes de salir cada mañana, agregale miel y un puñado de avena y, mientras llegas a la oficina, tu cuerpo estará recibiendo los nutrientes que necesita.
  • Alfajor de arroz casero. La noche anterior rellená dos galletitas de arroz con dulce de leche light. Luego, unta la tapa de arriba y espolvorealo con nueces o frutas secas. Cerralo con una bolsa o en papel film y, ¡desayuno to go armado!