Este alimento conserva las vitaminas y minerales que lo hacen supercompleto en cuanto al equilibrio proteico-vitamínico-mineral. Además es riquísimo y versátil. Conocé todo sobre este cereal y cómo incorporarlo hoy mismo a tu dieta.
Una de las guarniciones más elegidas a la hora de acompañar una carne suele ser el arroz, pero ¿probaste con hacer un cambio y dejar de lado el blanco refinado y optar por uno de grano completo, con su cascarita de salvado, que es la parte más nutritiva que aporta fibra, vitaminas y minerales? Si todavía no lo probaste te contamos por qué deberías hacerlo.
El arroz integral es un cereal muy completo, energético y de fácil digestión. Muy eficaz en el caso de enfermedades renales, cardíacas y vasculares, afecciones hepáticas y úlceras. Está especialmente indicado en casos de hipertensión, enfermedades renales y dietas de adelgazamiento; también para aquellas personas que realizan esfuerzos físicos en su trabajo o para deportistas.
Vale aclarar que el arroz integral tiene tantas calorías como el blanco, no es que sea “diet”, pero al no ser refinado se digiere más lentamente y produce mayor sensación de saciedad, por eso suele ser tan recomendado para aquellos que buscan bajar de peso.
Algunas de los beneficios de este grano:
- Contiene un alto contenido de hidratos de carbono, por lo cual es un alimento energético.
- No contiene gluten.
- Comprende la gama completa de las vitaminas B (beneficiosa para el sistema nervioso).
- Favorece la salud intestinal.
- Estabiliza la concentración de azúcar en la sangre.
¿Cómo prepararlo?
Para hervirlo, calculá una taza de arroz por 3 tazas de líquido y, como con todo cereal, incorporá la sal al final. Probalo para acompañar una carne, comer salteados con verduras o hasta para incorporar frío en tus ensaladas.