Tiempo de preparación: 20′

Tiempo de cocción : 15′

Porciones:

Nivel de Dificultad: fácil


INGREDIENTES:

Repollo grande (puede ser blanco o morado), 1

Sal marina, 15 gr por cada kg de repollo aprox


INSTRUCCIONES:

Limpiar bien el repollo, desechando las hojas que pudieran tener machucones o partes oscuras.

Cortar en cuatro y luego, con un cuchillo bien afilado, cortar en tiras lo mas finas posibles, e ir reservando en un bowl. Una vez que esté todo cortado, agregar la sal y mezclar bien.

Tomar un frasco e ir colocando el repollo, ya cortado, por capas, aplastando bien con una cuchara de madera en cada capa. De esta manera, irá soltando sus jugos naturales. Una vez que el frasco esté completo, cerrar y dejar fermentar durante 4 semanas aproximadamente, en un lugar oscuro.

El repollo fermentado es un invento alemán que se disfruta en todos los continentes. Se comenta que preserva la salud y mejora el sistema inmune, lo cual lo vuelve aún mejor. Es un compañero ideal para carnes, especialmente las clásicas salchichas alemanas, picadas, entradas, e incluso en ensaladas con tomate, zanahoria y lechuga. Hay quienes lo cortan a cuchillo, quienes lo rallan con rallador, y cada uno tiene su secreto mágico para hacerlo realidad. Pero lo cierto es que elaborarlo es muy fácil, así que para quiénes se animen, aquí sigue la receta en cuestión.

TIP DEL CHEF:
Si al finalizar el llenado del frasco, el repollo no ha soltado jugo, debemos preparar salmuera para agregarle y que se conserve. La salmuera se prepara disolviendo 3 cucharadas de sal por litro de agua.