Es como el agua para los platos salados. La cebolla es la base de sopas, salsas, carnes, pescados, risottos, guisos, tartas, y la lista sigue. Sumado a eso, es un cultivo que en nuestro país logra abastecer al mercado interno pero a la vez se exporta como producto de calidad. Además, tiene propiedades como reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares y cancerígenas.

En su versión blanca, dorada o la colorada, que últimamente ha tomado mayor protagonismo en los platos, se puede cortar utilizando estas cuatro técnicas:

Brunoise: bien chiquito, muy utilizado para salsas, carnes, pastas.
Juliana: el clásico alargado, que se usa en ensaladas, para platos al horno y salteados de vegetales.
Pluma: el más atractivo al avista. Se usa generalmente en cocciones largas y también para el ceviche.
Aros: para los clásicos fritos y empanados, y también otras versiones libres.

Aprovechá este tip y ponelo en práctica en estas recetas:

Sopa de cebolla
Salchichas alemanas con cebollas caramelizadas
Sándwich de pollo picante
Tartines integrales