Comer variado es fundamental para incorporar todos los nutrientes que necesitás, por eso te acercamos algunas ideas bien fáciles para evitar caer en la rutina. ¡Ponele onda a tus platos!
Las pechugas de pollo son una de las comidas más clásicas y fáciles de preparar si no contamos con mucho tiempo. Si bien es un alimento muy rico y nutritivo, se vuelve muy monótono y aburrido sino lo cocinamos de diferentes maneras. Por eso, te acercamos tres opciones para tus almuerzos o cenas:
Papilliote
Cortá dos pechugas grandes de pollo, 1 cebolla, 1 morrón verde, 1 morrón rojo, un atado de puerros, 1 zucchini y 1 berenjena en tiritas. Luego, hace cuatro sobres de papel aluminio y dividí los ingredientes, todos bien mezclados, en cada sobrecito y condimenta a gusto. Cocinalos en el horno a 180 grados por 30 minutos. Una vez cocinados, colocá cada papilliote en el plato del comensal, realizá una pequeña cruz en cada sobre e incorporá un chorrito de crema de leche. Serví inmediatamente para que no se enfríe.
Mix con champiñón
Por un lado, sellá 2 pechugas en una sartén. Por otro, en una cacerola salteá 1 cebolla y un puñadito de champiñones. Agregá 2 cucharaditas de harina, diluidas previamente en una taza de caldo de pollo. Una vez que llega a hervor, bajá a fuego mínimo, incorporá las pechugas y dejá que se cocinen unos 15 minutos más.
Brochettes gourmet
Corta en cubitos 2 pechugas de pollo, 100 gramos de panceta, 1 morrón vede, 1 morrón rojo y fileteá un puñadito de champignones. Luego, en un palito de brochette intercala los ingredientes. Colocá las brochettes en una placa para horno y cocinalos por 30 minutos o hasta que doren.
Cualquiera de estos platos se puede acompañar con un puré, unas ricas papás al horno o, para las que se quieren cuidar un poco más, con una rica ensalada de vedes.